Geisha, esos seres misteriosos que aún transitan con pasos cortos y rápidos por las calles de Gion. Hoy en día, tras más de 400 años de historia y tradición aún existen unas 1000 que ejercen, su muy sufrida, profesión, para el deleite de aquellos que quieran contratarlas. Y siguen siendo uno de los mayores atractivos y símbolos emblemáticos de Japón, y, sobre todo, de su antigua capital, Kyoto. Descubre parte de su historia – realidad y mitos
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Significado de la palabra Geisha
La palabra Geisha se compone de dos kanji: 芸者, la traducción rápida podría ser “Artista” aunque se queda un poco corta, ya que salvaguardan muchas de las artes milenarias Japonesas. El primero de los Kanji 芸 se lee “Gei” que significa, arte o habilidad. El segundo 者 se lee “sha” que significa persona. Ambos juntos se interpretan como “persona que se dedica a las artes o es habilidosa”. Con lo que, en realidad, por esta traducción, todos podríamos ser Geisha.
En Tokyo y otros lugares, se usa más la palabra geigi. Este es un término que puede usarse para abarcar tanto los geikos de Japón occidental como las geisha de Tokyo.
Maiko 舞子, se traduce literalmente como como «niña que baila», es una aprendiz de geisha.
Geisha y sus raices
Comenzaron a aparecer en los barrios de placer de Japón antes de la vuelta del siglo XVIII. Las primeras geisha eran hombres. Aunque con el paso del tiempo pasó a considerarse una tarea estrictamente femenina.
Sus raíces se remontan al kabuki odori, donde las bailarinas, ataviadas con kimono de seda, bailaban, realizaban la ceremonia del té, servían sake y tocaban el shamisen para los Samurai y eran conocidas como Odoriko. De su vinculación con el teatro kabuki podemos suponer que proviene la tradición de pintarse la cara en blanco.
Durante el Periodo Edo, la sociedad recurría a entretenimientos sociales tales como el kabuki o las cortesanas, conocidas como Oiran花魁, y de las que hablaremos en sucesivos posts, en busca de diversión. La figura de las cortesanas comenzó en un principio como mujeres que tenían amplios conocimientos artísticos y, además, ofrecían favores sexuales, de ahí el falso mito que liga a las Geisha con la prostitución.
Kenban
En el año 1779, las geisha fueron reconocidas como artistas, y se adoptó el sistema “Kenban” para supervisar a las geisha de la zona, protegiéndolas de la prostitución. Kenban, es una especie de sindicato que aún funciona, y regula todo lo referente a las geisha, desde como contratarlas a decidir quien forma parte del colectivo. Si, las geisha son élite, no entra cualquiera.
Okiya
También aparecieron las okiya, era el hogar donde las educaban y vivían desde su juventud. Fueron muy populares cuando las familias pobres las vieron como el futuro para sus hijas. Cuando no tenían recursos para mantenerlas los padres las enviaban a la okiya, generando una deuda. La deuda se liquidaba a lo largo de los años, cuando las aprendices ya eran contratadas por clientes y estos pagaban por sus servicios.
Las etapas de Geisha
Shikomi
Las aprendices de geisha viven en la okiya bajo la tutela de una geisha mayor (Okami-san 女将さん), a la que llamaban Okaasan (お母さん- madre). Entran a formar parte del grupo de aprendizaje para ser una futura geisha y adoptaba el puesto de Shikomi. Las shikomi, realizaban tareas de servicio e iniciaban su formación de canto, baile, modales, ikebana, ceremonia del té, shodô. Como la educación es una parte muy importante siguen asistiendo al colegio.
Maiko
A los 15 años la shikomi asciende a Maiko. Es un día importante en la que se realiza una ceremonia preparatoria para su nombramiento. Para ello debe encontrar una oneesan (お姉さん – hermana mayor), que será su tutora, y que no necesariamente debe pertenecer a la misma okiya, aunque suele ser así.
Omisedashi
Durante el omisedashi. Se cuelgan carteles que anuncian el nombramiento de la nueva maiko, colgando posters con su nombre, el de su oneesan y la okiya a la que pertenencen. Se reparten panfletos con la misma información por las okiyas del hanamachi y se suele incluir el kanji “kotobuki 寿” (larga vida) que simboliza la enhorabuena. Así como por las tiendas de Kimono en telas que reciben el nombre de mokuroku.
El día después del omisedashi se realiza la ceremonia del san-san-kudo (tres-tres-cambios). En esta ceremonia maiko y oneesan se ofrecen sake, beben tres sorbos, de tres copas pequeñas. Intercambian la copa con la okaasan, y con los cinco testigos de la ceremonia.
La nueva maiko, recibe un nuevo nombre dado por su oneesan. Que se convierte en guía, confidente, protectora, supervisora, y tutora de la nueva maiko, y es a la que le corresponde continuar con el proceso de entrenamiento. Tras la ceremonia, la maiko ya es reconocida como tal dentro de la okiya y el hanamachi, es decir se ha hecho su presentación en sociedad.
Vida como Maiko
La nueva maiko continua con su etapa de aprendizaje, esta etapa se denomina Minarai. Es responsabilidad de la oneesan, llevar a la maiko al ozashiki donde la maiko asistirá en calidad de oyente, y observadora. Aprende las formas y maneras que debe tener una geisha, conoce a potenciales clientes, y se da a conocer mientras está en su fase de entrenamiento. Durante esta etapa, la maiko continua con las clases en el arte que haya seleccionado.
Mientras transcurre su aprendizaje, y cuando su okaasan considera que ya es el momento, la maiko pasa a una nueva ceremonia que se denomina mizuage. El mizuage es una ceremonia en la que una geisha mayor corta simbólicamente el nudo superior del cabello de la maiko para indicar su mayoría de edad.
Geiko
Normalmente a los 20 años, bajo el criterio de la okaasan se realiza la nueva transición, esta vez de Maiko a Geiko, en una ceremonia conocida como Erikae. La maiko cambia su forma de vestir, utiliza un kimono kosode en vez del furisode, y cambia el cuello de su kimono de rojo a blanco, así como su maquillaje y peinado. A partir de ahora, el ser una geisha indica que es una mujer madura, y como tal se debe comportar.
¿Qué hace una Geisha?
Generalmente se contrata a una geisha para que atienda a los invitados durante banquetes, comidas, fiestas y otras ocasiones mientras demuestra sus habilidades, como bailar al ritmo del shamisen, juegos, conversación, etc. Estas actividades se suelen llevar a cabo en las ochaya (casa de té) o en un ryōtei (restaurante japonés tradicional) y generalmente se cobra por horas.
La Ochaya
Antiguamente una ochaya era un lugar exclusivo y solo podían entrar clientes regulares o de confianza. ¿por qué? Pues porque no se facturaba una vez finalizado el servicio, si no que tenían una cuenta que liquidaban una vez al mes. Sólo podías acceder a una ochaya si otro cliente te había presentado primero, por lo que contratar una geisha era una tarea harto complicada y costosa.
Hoy en día las ochaya han reducido sus restricciones y los turistas pueden disfrutar de una cena con geisha. No obstante aún necesitareis un presupuesto bastante abultado si queréis daros el capricho. Una cena completa con una geisha puede valer alrededor de ¥50.000, por cada una que contrates. Sin incluir lo que cueste la cena y el intérprete, ya que lamentablemente aún no entrenan para mantener conversaciones en otro idioma.
Geisha – Realidad y Mitos
Existen muchos mitos y equivocaciones con respecto a la naturaleza del trabajo de las Geisha han sido «gracias» a la aportación de Arthur Golden y su conocida novela «Memorias de una Geisha». Recordad que es una novela y una dramatización de lo que se mueve alrededor de este mundo. Nosotros preferimos «Vida de una Geisha», las memorias de Mineko Iwazaki. |
MITO 1: SON PROSTITUTAS |
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Las geisha NO son prostitutas. Son y siempre serán artistas altamente capacitadas. (La prostitución es ilegal en Japón desde 1956.) Aunque algunas en la antigüedad ofrecieran sexo a sus clientes, no era parte de su función o entrenamiento tradicional. Una geisha es libre de buscar relaciones personales con sus clientes; pero nunca sería casual ni objetivo para tal interacción. El hanamachi es una comunidad unida, y, para conservar su reputación, eligen sus relaciones con cuidado. Si quieren casarse, en general deben retirarse porque se espera que las geisha sean solteras, especialmente en Kioto. En Tokyo son más permisivos, ya que permiten que las mujeres casadas, divorciadas o con hijos se conviertan en geisha. | ||
MITO 2: TIENEN RELACIONES PERSONALES CON SU DANNA |
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Esto NO es verdad hoy. En el pasado era tradicional que las geisha tomaran un danna rico para que se hiciera cargo de sus gastos. Esto conllevaba una relación personal a cambio, que tampoco tenía por qué ser sexual. Hoy es raro que una geisha tenga una relación personal con un danna, si es que llegan a tener uno. Ahora las Geisha son, si queréis llamarlo así, trabajadoras autónomas. | ||
MITO 3: SUS FAMILIAS LAS HAN VENDIDO A LA OKIYA |
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Esto si sucedía en el pasado, pero hoy en día NINGUNA joven es vendida a un okiya. Es una elección de carrera personal. Con el consentimiento de sus padres la futura aprendiz pasará por una entrevista. Si, es una selección de personal para entrar a ser parte de la Okiya. | ||
MITO 4: SÓLO LAS MUEVE EL DINERO Y LOS HOMBRES |
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Esto NO es verdad. Ser geisha es ser un artista o un intérprete, es una profesión respetable. Igual que cualquier profesión que te apasione, lo haces porque te gusta y te ganas la vida. Tampoco andan persiguiendo a los hombres; da la casualidad de que la mayoría de sus clientes son hombres. | ||
MITO 5: EN EL MIZUAGE SE VENDE SU VIRGINIDAD |
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No. Este tipo de mizuage era realizado por cortesanas y prostitutas jóvenes en el pasado, NO por maiko. Aunque hay especulaciones lo que es importante recordar es que esto NO se hace hoy ni tradicionalmente fue aceptado. |
Si queréis perderos por los Hanamachi de Kyoto, no olvidéis decírnoslo cuando rellenéis vuestro cuestionario de viaje. Podéis también reservar alguna actividad, os dejamos algunos ejemplos en otros emplazamientos:
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Imagenes: Maiko Tomitsuyu, Geiko Sayaka, Geiko Sayaka 2, Maiko Mamefuji Maiko Koyoshi de Japanexperterna.se, con licencia C.C. 2.0